La Encomienda como premio a los esfuezos y las hazañas de los conquistadores.

¿Cuáles fueron las principales  CAUSAS que beneficiaron el Auge Económico en la Nueva España?

El Aumento demográfico dado a partir de 1740 genero una amplia demanda de productos agrícolas logrando con ello un importante fortalecimiento y consolidación de las haciendas al igual que el crecimiento de los principales centros mineros. 

 Tanto en las haciendas como en los centros mineros trabajaban los indígenas bajo un salario por lo cual es considerado como PEÓN o NABORIO, lo que marco el fin de la ENCOMIENDA.

Un PEÓN O NABORIO es considerado una clase de siervos que trabajan sólo para su amo, ganaban un salario y pagaban tributo; podían ser trasladados de un lugar a otro y recibir legados en herencia, pero no eran esclavos ya que NO PODÍAN SER VENDIDOS.

 

La satisfacción de alimentos e intercambio de productos locales fue necesaria y logró una importante consolidación económica que trajo consigo el crecimiento de las ciudades como centros de poder económico y por ende una marcada desigualdad social.

LA ENCOMIENDA INDIANA

 

 La encomienda fue una institución de origen castellano, introducida a la Nueva España  por Hernán Cortés poco tiempo después de la toma de Tenochtitlan, con el  propósito de premiar los esfuerzos y las hazañas de los conquistadores.

 

El Capitán General (Hernán Cortés) sabía muy bien que éstos (los conquistadores) esperaban ser recompensados  de la misma manera como se acostumbró en España durante el prolongado periodo  de la reconquista, es decir, con tierras en propiedad, y vasallos que, además de trabajar las tierras del encomendero, le pagaran tributos y estuvieran bajo su férula; la encomienda significaba también la trasmisión de estos privilegios a los hijos y descendientes de los conquistadores.

Las especificaciones formales de la encomienda, fundamentadas en las ordenanzas de Cortés y más tarde modificadas por la reforma gradual de la segunda audiencia bajo instrucciones de la corona española, fueron:

 

a)      Por la Autoridad del rey de Castilla, o de los que actuaban en su nombre, un grupo más o menos grande de familias de Indios, habitantes de un área determinada, eran sometidos a la protestad de un español, llamado encomendero, a quien se otorgaban éstos  ( los Indios encomendados)  como una merced real, misma que podía ser revocada al árbitro del rey.

 

b)      El encomendero estaba facultado para cobrar y disfrutar del tributo que los indios debían pagar  al rey como un impuesto de carácter personal, al que estaban obligados por el hecho de ser vasallos libres del monarca. El tributo debía ser pagado en dinero o en especie (alimentos, tejidos, etc.) o con trabajo (en construcciones, cultivos de tierras, labores en minas, servicios domésticos, etc.)

 

c)       A cambio de esos privilegios, el encomendero estaba obligado a amparar y proteger a los indios que le habían sido encomendados y a instruirlos en la religión católica.

d)      El encomendero contraía ante el rey el compromiso de residir en la provincia  donde habitaban sus encomendados (aunque no necesariamente en las tierras de la encomienda) y prestar servicio militar cuando fuese requerido.

e)      La concesión de una encomienda no confería al español la propiedad de tierra alguna, no le daba jurisdicción judicial sobre  sus encomendados, ni le otorgaba dominio señorial alguno sobre ellos;  se trataba de una posesión, no de una propiedad, que era inalienable y no heredable.

f)       Una encomienda vacante, es decir sin poseedor, debía volver al monarca español, que podía retener a sus indígenas bajo la administración de su representante en la colonia o volver a otorgarlos a un nuevo encomendero.

La reglamentación fue en muchos casos letra muerta; la situación de los indios encomendados era muy parecida a la de una condición de esclavitud y se daban numerosos casos en que los encomenderos vendían a sus indios, a pesar  de la prohibición del gobierno; la costumbre estaba tan difundida que los mismos indios la aceptaban como algo legítimo.

Fue común que Hernán Cortés hiciera esclavos a los indígenas vencidos y los mandara herrar como si fueran botín de guerra.

Las autoridades reales y eclesiásticas hicieron desde Europa constantes esfuerzos por evitar los abusos y malos tratos hacia los indios, y al parecer lograron moderarlos, pero continuaron siendo numerosos los casos de trabajo excesivo y continua crueldad.

 

Para leer más sobre el tema puedes investigar sobre:

Acciones de Prohibición de la Esclavitud propuestas por  Fray Bartolomé de las Casas y Fray Francisco de Vitoria oponentes del trato inhumano  que los conquistadores daban a los indígenas.

Las llamadas Leyes Nuevas emitidas por el Rey Carlos I de España en 1542 en beneficio de los Indígenas contra la Esclavitud.