A la muerte de la Sra. Doña Carmen Romero Rubio, México no solo perdió una dama ejemplar que recurriera a ella quien se lo solicitase, sino que México perdió junto con ella la memoria Intima del Sr. Don Porfirio Díaz.
MUERTES HISTÓRICAS.
Recopilación por: José Claudio
Cárdenas Martínez.
EL UNIVERSAL.
Lunes 26 de Junio de 1944. Primera Sección.- Página Nueve.
Falleció Ayer en la Tarde la Señora Doña Carmen Romero
Rubio de Díaz. Desde Hacía un año Había Tenido que Guardar Cama por su Estado
Delicado.
Síncope cardíaco le
quitó la existencia a las 16:55 horas, en su residencia de la calle de Quintana
Roo.- La noticia, al ser conocida, causó honda impresión, pues era muy estimada
por sus altas virtudes.- Hoy se efectuara el sepelio en el Panteón Francés.
A causa de un síncope cardiaco falleció ayer a las 16:55 horas en su
residencia de la calle de Quintana Roo Número 87, la estimabilísima Señora doña
Carmen Romero Rubio de Díaz, que fue esposa del señor general don Porfirio Díaz, quien gobernó al
país durante treinta años. La noticia del fallecimiento de Doña Carmelita, como
era cariñosamente llamada aun por las personas que no cultivaban su amistad, sucedió
como un reguero de pólvora por toda la ciudad, no obstante haber sido ayer día
de fiesta, habiéndose causado una impresión muy dolida pues sus altas virtudes
la tenían acreedora al cariño de todas las clases sociales.
Por tal motivo, pasados
escasamente algunos minutos del
lamentable deceso, numerosas personas emparentadas y relacionadas con la
familia Díaz estuvieron en la casa
mortuoria para presentar sus condolencias a los atribulados deudos de la
extinta. Durante toda la noche de ayer una larga comitiva estuvo con igual fin
en la casa que habitó la distinguida dama, no siendo exagerado decir que todo
lo que se conoce como sociedad mexicana estuvo presente para dar el pésame a la
familia.
Con la muerte de la señora Romero
Rubio De Díaz, que por lo demás era esperada desde hace tiempo, pues guardaba cama casi desde hace un
año y su estado era muy crítico, puede decirse que concluye un largo período de
la historia de México.
Al morir la señora Romero Rubio
de Díaz contaba 80 años de edad. Desde luego, en la que fuera sala de su
residencia se estableció la capilla ardiente, con extrema sencillez, pues la
desaparecida siempre manifestó sus deseos de que sus funerales se llevasen a
cabo con la mayor austeridad posible.
Incontables personas velaron los
restos que serán inhumados hoy a las 15:30 horas en el Panteón Francés en la
capilla que en el mismo tiene la familia Romero Rubio. Los funerales serán presididos por el ingeniero
Porfirio Díaz y por don Lorenzo Elízaga.
LOS ULTIMOS MOMENTOS.
Los familiares de la señora
Romero Rubio de Díaz nos informaron que estaba muy delicada desde hace años a
causa del corazón, habiéndose visto obligada a guardar cama hace
aproximadamente un año.
Frecuentemente durante este lapso
tuvo periodos críticos que hicieron temer su fallecimiento, pero por fortuna,
pudo recuperarse de ellos.
Ayer por la tarde, aunque muy
decaída mostró deseos de tomar algunos alimentos, pero sobrevino el síncope que
motivó el deceso.
Al ocurrir éste, estuvo rodeada
de sus hermanas, doña María Luisa Romero Rubio viuda de De Teresa y Doña Sofía
Romero Rubio de Elízaga; del Ing. Porfirio Díaz, de la Srita Lila Díaz, de sus
sobrinos don Lorenzo Elízaga y doña María Luisa Pérez Caballero de Elízaga; de
doña Amada Díaz de De la Torre; de doña Luz Díaz de Rincón Gallardo; de don
Porfirio Díaz Raygoza y señora; de don Genaro Díaz Raygoza y señora, de don
Ignacio Díaz Raygoza y señora; de los señores don Enrique y Don Luis Fernández
Castello; de don Alfonso Castelló y de doña Dolores Rubio de Fernández
Castello.
La triste nueva fue comunicada
desde luego a sus parientes don Luis y Don José Díaz Raygoza y a sus respectivas esposas, que se encuentran fuera
de la capital.
NUMEROSAS CONDOLENCIAS.
Cuando uno de nuestros redactores
se presentó en la casa mortuoria ya se habían reunido en ella numerosas
personas para expresar sus condolencias a los atribulados familiares de la extinta. Entre ellas vimos a
la señora Dolores Teresa de Carral, Ing. Alfonso Castelló y señora, Lic.
Guillermo Obregón y señora Amparo Corral de Obregón, don Luis Liceaga, Dr.
Carral y señora, señora viuda de Carral, doña Mercedes Berriozábal viuda de
Fernández Castelló e hija, Monsieur Bodard y señora, doña Guadalupe Mier de
Corcuera, doña Dolores Miranda de Echave, doña Luz Vizcarra de Palomar, don
José Carral y señora doña Guadalupe Carral Vda. de De Teresa e hijos, doña
Elena Mier de Subervielle, don Arturo Braniff y señora, Doña Catalina Escandón
de Arrangoiz, doña Teresa Iturbide de Castelló y otras personas más. Numerosas
personas estuvieron llegando en el curso de la noche por lo cual sería imposible
dar sus nombres.
Con la Muerte de la
Señora de Díaz México ha Perdido una Dama Ejemplar.
Recibió una educación
esmerada y el 5 de noviembre de 1881 se casó con el general Porfirio Díaz.- Un
matrimonio lleno de sencillez.- Viaje a los Estados Unidos del Norte.- El
exilio en Europa.- Regreso a la Patria.- Escenas de cariño que emocionaron a la
viajera. Nota de ERNESTO CARRASCO ZANINI
Doña Carmen Romero Rubio y
Castelló nació en la población de Tula, Estado de Tamaulipas el veinte de enero
de 1864.Fué hija del licenciado don Manuel Romero Rubio y de doña Agustina
Castelló, quienes tuvieron de su matrimonio siete hijos: Manuel, que fue el
primogénito, siguiendo Carmen, Francisco Javier, Dolores, María Luisa, Sofía y
María. Los dos varones, así como Dolores y María, murieron siendo niños.
Doña Carmen, de la misma manera
que sus hermanas, fue educada por una institutriz en su propia casa y bajo la
vigilancia de los autores de sus días, que pertenecieron a lo más granado de la
“élite” de su época y disfrutaron de una opulenta posición social, lo que les
permitió dar a sus hijas una esmerada educación y cultura, en las que quedó
comprendido el conocimiento de los idiomas Inglés y Francés, que doña Carmen
hablaba con propiedad.
EL MATRIMONIO DE DOÑA
CARMEN Y DON PORFIRIO.
El día cinco de noviembre del año
de 1881, a las diecinueve horas, contrajo doña Carmen matrimonio civil con el
general de división don Porfirio Díaz, en la residencia de los esposos Romero
Rubio, ante escogido número de sus familiares y amigos, siendo dicho acto
atestiguado por los señores don Juan Castelló hermano de la mamá de la novia;
don Ramón Guzmán, doctor don Eduardo Liceaga y el licenciado don Manuel
Saavedra, por la parte de la desposada, y por los señores general don Manuel
González entonces Presidente de México; general don Carlos Pacheco, Secretario
de Fomento a la sazón, y don Jorge Hammeken Mexia, Director del diario “El
Siglo XIX”.
El señor doctor don Felipe
Buenrostro, que fue padrino de bautizo de doña Carmen, actuo como Juez del
Registro Civil. Terminado el acto, notable por su severidad, se ofreció una
cena que revistió carácter íntimo y a la que solo concurrieron los familiares,
los testigos y un grupo de damas y caballeros relacionados con los desposados.
EN TORNO DE LA MESA.
En torno de la mesa, dispuesta
con sobria elegancia, se sentaron doña Agustina Castelló de Romero Rubio, el
general don Manuel González, Presidente de México; la señora de Hammeken, el
doctor Liceaga, la señorita Menocal, el general don Porfirio Díaz, su señora
esposa doña Carmen Romero Rubio de Díaz,
don Jorge Hammmeken Mexia, la señorita Esther Guzmán , el licenciado don Manuel
Romero Rubio, padre de la novia, y promentísimo hombre público; la señora de
Pacheco, don Ramón Guzmán, la señora doña Francisca Castelló de Fernández, don Francisco P. Barroso, la
señora de Castelló, el coronel Guzmán , ayudante del Presidente González; el
doctor don Felipe Buenrostro, la señorita Fernández, la señora de Liceaga, el
general don Carlos Pacheco, las señoritas Carmen y Matilde Castelló, la
señorita María Luisa Romero Rubio y Castelló y don Juan Castelló.
No hubo brindis, pero si
felicitaciones muy cordiales para los nuevos esposos. Concluida la cena, los
invitados pasaron al salón de recepciones para escuchar unas selecciones de la
Traviata, de Verdi, que doña Carmen
interpreto al piano; a la señora de Guzmán que ejecutó también al piano, bellos
trozos de La Africana de Mayerbeer; la señorita Ester Guzman deleito a la
concurrencia cantando la romanza de la Barosnesa de Rothschild “ Si vous n´avez
rien a me dire”. A continuación, al señora de Liceaga cantó sentidamente la
Serenata de Schubert y la señora de Hammeken una romanza inglesa titulada “Let
me dream again”. Término la “soiráe” con la danza de rigor en aquella época.
Doña Carmen Romero Rubio de Díaz
ostento esa noche elegantísima creación de faya gris perla, adornada con
finísimas blondas salpicadas con abalorio blanco; llevaba regios pendientes de
perlas negras, regalo de bodas que le hiciera don Emilio de Murga, Ministro de
España en México; además, lucía en el
cuello una primorosa cruz de brillantes, en sus manos valiosas sortijas y un
brazalete de perlas, brillantes, rubíes y zafiros, que fue obsequio de don
Ramón Guzmán.
La señora Castelló de Romero
Rubio, madre de doña Carmen, lucio irreprochable modelo de terciopelo y “satín”
negro y un valioso aderezo de brillantes; un atavió de “satín” negro con
soberbios encajes blancos y un aderezo de brillantes llevó la señora de Guzmán;
elegantísima fue el vestido de la señora
de Pacheco; era de “satín” azul pavo con flecos del mismo color; lució, además
un modelo de faya y raso guinda con espléndidos encajes fue el vestido de la
señora Castelló de Fernández; perlas y brillantes fueron las alhajas que portó;
la señora de Liceaga vistió elegante traje de faya y “brochée” con delicada
pasamanería; perlas y brillantes fueron sus alhajas; de faya negra y ricas
blondas fue el vestido de la señora Hammeken; la señorita Esther Guzmán llevó
primoroso atavió de faya color de rosa pálido y, al cuello, un delicado collar de
perlas; los lindos modelos (sigue en la Página Doce, Columna
Segunda)
“Con la Muerte de la Señora de Díaz México ha Perdido una Dama Ejemplar” EL UNIVERSAL 1944.
Primera Sección.- Página
Diez El Universal Martes 27 de Junio de 1944.
EMOCIONANTE
MANIFESTIACIÓN DE DUELO CONSTITUYERON LOS FUNERALES DE LA SEÑORA CARMEN ROMERO
RUBIO DE DIAZ.
Condolencias del Señor
Presidente.- Las envió a los familiares
de la señora Romero Rubio de Díaz con dos de sus ayudantes. En la casa
Mortuoria.-
A las nueve y media de la mañana,
el Ilmo y Revmo. Señor Dr. Don Luis María Martínez, Arzobispo de México, se
dignó celebrar en la capilla ardiente, ante el cadáver de la distinguida señora
doña Carmen Romero Rubio de Díaz, una misa de réquiem y terminada esta los
responsos y sufragios de cuerpo presente.
Los familiares religiosos
ayudaron al jefe de la Iglesia Mexicana en esta ceremonia, que fue presenciada
por todos los deudos y amigos íntimos de la dama finada.
Otros distinguidos dignatarios de
la iglesia también visitaron la capilla ardiente, entre ellos los reverendísimos
monseñores y doctores Rafael Vallejo Macouzet y don José Trejo.
LA CAPILLA ARDIENTE.
En la sala de la casa mortuoria
fue instalada la capilla ardiente. Los muros de la estancia se cubrieron con
paños negros. Sobre la chimenea aparecía un magnífico retrato de cuerpo entero
del general Porfirio Díaz, en uniforme de gala. En el muro opuesto se levantó
un sencillo altar con un retablo del señor de la Cruz, iluminado por cuatro
cirios.
El féretro descansaba sobre dos
soportes metálicos y gruesos blandones sostenidos por candelabros de plata,
estaban dispuestos en torno al ataúd. Este era muy severo forrado de paño
negro. La cubierta desaparecía bajo
ramos de flores. Una bandera tricolor dejaba caer sus pliegues sobre la caja
mortuoria y allí lucía también la
bandera de la Orden de María Luisa que fue conferida a la extinta dama por el último
rey de España, don Alfonso XIII. Esta alta condecoración sólo se concedía a esposas de contados jefes de estado.
BAJO EL HABITO
DOMINICO.
El cadáver de la señora Romero
Rubio de Díaz fue amortajado, respetando su última voluntad con un hábito de
religiosa dominica, que conservaba de
tiempo atrás y que fue confeccionado por monjas de esta orden religiosa. Sobre
el pecho del cadáver aparecía un gran escapulario de nuestra señora del Carmen
primorosamente bordado.
Durante la noche del domingo se
congregaron en la casa mortuoria los familiares, allegados y las amistades más
íntimas, para rezar los rosarios de réquiem cada hora y acompañar en su dolor a los deudos de la
finada.
Vimos a doña Sofía Romero Rubio
de Elízaga, doña María Luisa Romero Rubio de de Teresa, doña Amada Díaz de de
la Torre, doña Luz Díaz de Rincón Gallardo, coronel ingeniero don Porfirio
Díaz, general don Félix Díaz, que vino expresamente de Veracruz, donde radica;
Arq. Don Enrique Fernández Castelló, licenciado Luis Fernández Castelló, ingeniero
Alfonso Castelló y señora doña Teresa Iturbe de Castelló, don Porfirio
B. Castelló, doña Dolores Rubio de Fernández y su hija Ana María.
Doña Mercedes Berriozábal de
Fernández Castelló y su hija Mercedes; Ing. Federico Ramos, doña Amparo
Villalba de Pliego , y su hija la señora Elena Pliego de Noriega, don Porfirio
Díaz Raygoza y señora Margarita Pizarro de Díaz, señora Lila Díaz, don Jenaro
Díaz Raygoza y señora doña Maite de Gaboullat de Díaz, don José Díaz
Raygoza y señora doña Christian Casasús
de Díaz, don Luis Díaz Raygoza y señora doña Lourdes Glisse de Díaz, don Manuel
Díaz Raygoza y señora Eugenia Gastini de Díaz, licenciado Eduardo Rincón
Gallardo y Díaz, don Porfirio Rincón Gallardo y Díaz y señora Lucia Deffis
de Rincón Gallardo .
Don Dionisio Pérez Cosío y señora
doña María Rincón Gallardo de Pérez Cosío, don Alberto Guedea y señora doña
Luisa Rincón Gallardo de Guedea, señoritas Virginia y Cristina Rincón Gallardo y Díaz,
don Antonio Rincón Gallardo y Díaz, doña Guadalupe Corral de Teresa, don Lorenzo Elízaga, don
Julián Fernández Castelló y Mendía y señora Elsie Martínez del Rio de Fernández
Castelló, licenciado Ignacio G. González, doña Carmen Morphy de González y su
hermana Adela.
UN DESFILE
INTERMINABLE.
Puede decirse que lo más granado
de la sociedad capitalina acudió a la casa mortuoria, al tener conocimiento del
deceso de la señora Romero Rubio de Díaz.
Los visitantes desfilaban por la
capilla ardiente ante el cadáver
musitando oraciones y colocando flores al pie del féretro.
Entre las personas a quienes
vimos en la casa del duelo anotamos a las distinguidas señoras doña Concepción
Sierra de Lanz Duret y su hija doña Luz de Lourdes Lanz Duret de Suinaga, doña
Carmen Pliego de González de León con
Eduardo N. Iturbide y doña Ana Rubio de Iturbide. (Sigue en la Página
Doce Columna Quinta)
EL CORTEJO FÚNEBRE DE
DOÑA CARMEN FUE INTEGRADO POR MILLARES DE PERSONAS DE TODAS LAS CLASES
SOCIALES.
La traslación de los despojos
mortales de la ilustre desaparecida y su inhumación constituyeron una verdadera
manifestación de duelo general, ya que el cortejo fúnebre estaba constituido
por numerosos exponentes de todos los sectores sociales y puede estimarse sin
hipérbole como espontánea y viva expresión de admiración y cariño a las grandes
virtudes de la que fuera compañera del eximio Presidente, Gral. Porfirio Díaz.
Causó onda impresión la presencia
de las niñas de la Casa Amiga de la
Obrera, institución benéfica promovida
por la señora Romero Rubio de Díaz, las que con muestras de sincera pena fueron a ofrecerle las flores
de su gratitud.
Con pena damos a continuación
algunos nombres que pudimos anotar porque la concurrencia de señoras y caballeros fue tan nutrida y
selecta que fue imposible a los cronistas de la prensa consignar la asistencia
total, y tal vez su omisión haga
palidecer la solemnidad del acto.
Vimos allí a: don Cesario Roco
Gutiérrez, doña Cecilia Rebollar de Roco, licenciado Rávero Solana y señora;
don Bernabé L. de la Barra y señora; don Rodolfo J. de Elourdi, licenciado don
Alfredo Ramírez Corona y señora; una
comisión de la Asociación del Colegio Militar; don Pedro de la Sota, don Carlos
Sánchez Mejorada y señora; don Jesús Rivero Quijano y señora; Familia Rivero
Solana, doña María de los Ángeles Solana de Pría, don Manuel Aramburu, don
Alberto Álvarez Morphy, coronel Félix Gómez, señorita Emma Cárdenas, don Antonio Cárdenas, doña Ana María Lebrija de
Cárdenas, señorita Dolores Cárdenas.
También asistieron, don Carlos
Elguero Jr, don Carlos Elguero Sr, doña Concepción Manjarrez de Macouzet
Iturbide, señor don Arthur Constantine, doña Carlota Morán, doña Mercedes
Berriozábal de Fernández Castelló, Ingeniero don Gustavo Sáenz de Sicilia, doña
Sara Díaz de Rincón Gallardo, doña María Díaz Vivanco, doña Carolina S. de Amor,
don Manuel Díaz Vivanco, señora de Rascón, ingeniero don Miguel Quevedo, doña
Antonia Villela de Mariscal, don Alonso Ramos Mariscal, don David Reyes Retana,
don Adolfo de la Lama, licenciado don Crisoforo Canseco, con César Canseco, don
Francisco Morales Andrade, doctor don Francisco E. Márquez, don Fabián Sánchez,
don Jesús Ruiz España, don Carlos Cuevas
Lacurrain, don Rafael Iglesias Cardona, licenciado don Ramón Cosío
González, ingeniero don Alberto Goyeneche, doña Ana Ortiz Borbolla de Carranza;
dona Paz Ortiz Borbolla de Velasco, doña Sara Sierra de Bonetti, señor Goenaga,
don Samuel García Cuellas y señora; don Justino Fernández Castello y señora;
don Moisés Olivares, doña Carmen Ulloa
de García, doña Paz Velascp de Ulloa, don Alfredo B. Ulloa, don Teodoro
Kunhardt, don Joaquín Cobián, don Carlos Almazán, don Manuel Manterola, don
Luis Felipe Berriozabal, Ingeniero don Ricardo Jordán, doña Elena Palomino de
Cervantes, doña Josefina E de Carral, Licenciado don José Carral e hijos, doña
Luz Codina de Correa Castillo, doña María Teresa Redo de Sánchez Navarro, don
Diego Redo y señora; don Enrique Corcuera,
señorita Magdalena Chavero, doña Catalina Escandón de Arrangoiz, don
Antonio Pliego Villalba y señora doña Ana Butter de Pliego; doña Aurora Pombo de De la Peña, la Condesa de
Souberville , doña Elena Morphy de Álvarez, doña Natalia Sada de Camargo, doña
Adriana Esteva Núñez, don Luis Núñez y Prída, don Andrés Sánchez Juárez, don
Andrés Sánchez Corona, don Francisco Buch, doña Dolores Rubin de Parada; don
Arturo Baraniff y señora doña María Garamendi de Braniff; don Manuel Mijares y
señora; doña Rosa Echeverría de Mijares: doña Rosa María Elola de Curbielo,
doña Catalina Arrangoiz de Rule; doña María Osio de Arroyo Rubio, doña Luz
Escandón de De la Torre, don Carlos
Martínez Zorilla, don Joaquín Pliego Villalba, don Higinio Nuñez y Prída,
señorita María Sesma, don Luis Samaniego, licenciado don José de J. Rivero,
doña soledad Ríos de Atristain, señor Cecile Pnston, don Luis Quijano y
Espinosa Cuevas, don Graciando Guichard, don Fernando de la Fuente, don Agustín
Legorreta, don Alberto Stein, don Luis García Lecuona, don Raúl Estrada, don
Carlos Corona y señora; licenciado Esduardo Mestre Cligliazzi y señora doña
Victoria Corona de Sánchez, doña Isabel Corona de Buch e hijas; doña Carmen
Algara, doña Carmen Cárdenas de Sánchez Corona, don Manuel Pizarro y señora;
doña Luz Barreiro de Laza, doña Luis Iturbide de Rincón Gallardo, don Mariano
Zubieta, doña Dolores Núñez de Cuevas, doña María Obregón de Lascurráin, doña
Carmen Cuevas de Bernot, don Ángel Lascurráin, doña María Lascurráin Obregón,
don Francisco Bernot, doña Carmen Braniff de García Pimentel, don Jorge García
Pimentel, don Luis García Pimentel, doña Beatriz Reyes Retana de Cornejo,
ingeniero don Luis Álvarez y señora: doña Emma M. de Ruiz Esparza, doña Dolores
Martínez de Claywell don Ángel del Villar e hijos, familia Manjarres.
Doña María Estrada de Nareso, ingeniero
don Manuel Nareso, señorita Rosa María de la Barra, señorita Inés Parada, doña
Carmen Ramírez de Arellano, doña María
de los Ángeles Bonfield viuda de Ramírez, señoritas Guadalupe y Carmen Ramírez
Bonfield, señorita Carmen Orozco; señora de Barrennechea, don Jaoquin Redo,
doña Antonia Moreno de Braniff; don Diego Redo, Jr, don Luis Orvañanos, don
Enrique W. Fuentes Navarro, doña Isaura B. viuda de Villanueva; doña María de
las Nieves de Llenar, doña María Luisa E, de Rocabruna; señora de Villarío, don
Alberto de la Vega, señora de De la Vega, doña Ana Rubio de Iturbide; don Luis
Bernal,, doña María Luisa E de Revel¸ Augusto Revel; doña Eloisa M. de
Pardo; doctor Margaín y señora Don José Saldivar y señora; señora García
Pimentel de Bernal; la señora Condesa de Carmona; don Gonzalo E. Garcés y
señora; señoritas Soledad y María Romero Ramos; don José Montesinos; don
Francisco Montesionos; señora Malvido de Seeback; señorita María de la Luz
Espinosa; arquitecto M. Ortiz Monasterio; licenciado F. Ortiz Monasterio, don
Aurelio Patiño y señora; doña Rosa Aspe
de Palacio; señorita Carmen Aspe Suinaga; señorita Magdalena Chavero; doña
Victoria Chavero de Beltran; doña
Enriqueta Palacio de Revilla; licenciado don Jacobo Pérez Verdía; don Angel
Bustindui y familia, doña Carmen Fortuno de Frank; señorita Antonia Antonia
Quiroz; don David a Monter; señora Signoret; don Alejandro Germin; don Luis Eychenne,
ingeniero don Guillermo Maqueo Castellanos y señora; ingeniero don Nicanor
Arvide, don Carlos Martínez del Rio, don Mario Bulnes, don Luis García Pimentel;
doña Carmen Braniff de García Pimentel; doña Beatriz Torres de Molina; señorita
Enriqueta Izabal; doña Carmen Monterde Escalante; doña Amanda de Aguilar; don Carlos Martínez de Arredondo,
doña Angelina N. de Elízaga; arquitecto don Enrique Elízaga; señor J. N. Nieto;
doña Isabel Iturbe viuda de Ayala; señorita María Dolores Gaitán; don Joaquín
Cortina Rincón y señora; señorita Pilar Saldivar; doña Refugio Escandón de
Ramírez de Arellano e hijas; doña María Cristina Struck de Glises; don Augusto
Glises; señora Fanny Cañedo de Colignon; señora Macias; señora viuda de
Aguilar; doña Beatriz H. de Chavero; don Salvador Velázquez y familia, Doña María Preciado de Monroy;
señorita Luz Monroy Preciado; licenciado Roberto Nuñez; don Aurelio Patiño y
señora; don Ricardo Sánchez Rubio y señora; don Julio Fuensalido; señora de
Sánz, don Ignacio Calderón Miramón; doña Ines Veloz Gonzáléz; doña Graciela P.
viuda de Parra; don José Pedro Durán; don Luis Macías Gutiérrez; don Miguel de
Iturbide y señora; don Roberto Boch; licenciado don José María Luján; don
Miguel Díaz Barriga; doña Guadalupe Obregón Vela de Langenscheidt; señorita
María Luisa Langenscheidt; don Juan Manuel Robles; doña Margarita Raigoza de
Robles; don Ramón Sánchez Romano; Licenciado Rafael Alcolea; don Cecilio Ocón;
señora Iturbe de De la Torre; Licenciado
don Virgilio Domínguez; licenciado don Luis Elízaga; licenciado don José Vázquez Tagle; don Emiliano Suárez;
don Rafael Najerá; capitán Blásquez; doña Carmen Corral de Ramos; señorita
Magdalena Portas; señorita Magdalena Ramos Corral, ingeniero Jorge Oria; doña
Carmen Ramos de Deffis; don Cecilio L. Ocón; licenciado don Alfonso Olivares,
licenciado don Víctor Manuel Castillo; doña Amelia Salzar Gutiérrez; doña
Concepción Luna de Pastrana; doña Catalina Molina Viuda de Galindo; señorita María
Ramírez; señorita Dolores Bulnes; señorita Gavito; señora Aurriet de Sanz;
señor Maruqéz de Mohernando; señora Verea; don Carlos Lada; don Jesús Solórzano
y señora, don Gustavo Pizarro; señora de Lima; señorita Guadalupe Ruiz; doña
Julia C. de Gúzman; doña Dolores Rubín de Parada; señor Ramírez de Arellano y
Escandón; doña Guadalupe Rubín de
Mondragón; señorita Guadalupe Landín y De Roa; doña Carmen Parada de Romero
Barrios; don Ignacio Bernal; don Armando Valdés Peza; señorita Dolores
Corcuera; doña Dolores R, Viuda de Ibarra; don Ignacio Cruz; don Manuel
Briseño; don Joaquín Npajera; licenciado don Enrique Sáenz de Sicilia; don
Rafael Iglesias Cardona; don Manuel Elguero; doña Carmen Cancino de Elguero,
don Francisco Rampirez López; don Manuel Escandón; doña Olga M de Escandón;
doña Gloria Pérez de De la Borbolla; don José Cortés Herrera; don Antonio Purón
y señora; doña Concepción Parada de García; doctor don Guilelrmo Mondragón; don
Guillermo Mondragón; don Eduardo Andurac
Quiroga, doña María Vélez de De la Mora; doña María C de Rincón
Gallardo; doña María de la Mora de Martínez del Rio; doña Lucía Ortiz de ls
Huera de Porras; arquitecto don Enrique Fernández Castelló; licenciado don Luis
Fernández Castelló; doña Elena viuda de González; doña Emilia de Castro viuda de Ventura; doña Ines de la
Torre de Farías; doña Guadalupe Landín de Roa; señorita María de la Luz
Miranda; licenciado don Antonio Pérez Verdia;
don Rafael Servín; doña Beatriz Calderón
de Pérez Verdía; don Eufemio Vásquez y señora; señora de Pierson.
Doctor don Leopoldo Escobar, don
André Guien y señora; señores L.P. de Cornejo, señorita Margarita Morphy, doña
Carolina S. de Rivas Mercado, doña Carolina F de rus, señorita María Concepción
Palencia, doña Rosario Maldonado de Pyro, don Juan Cortazar, señorita Carolina
Carus…
1.- El féretro que guarda los restos de la señora Romero Rubio de Díaz, en hombros de sus nietos y de amigos de la familia, es conducido a la carroza fúnebre. En primer término el Lic. Eduardo Rincón Gallardo y Díaz y el maestro don Julián Carrillo.
2.- El coronel Ing. Don Porfirio Díaz, que presidio el duelo
en unión de otros familiares, acompañado de su hijo don Porfirio Díaz Raygoza y
del Lic. Jorge Casasús.
3.- Un aspecto de la
muchedumbre congregada a la entrada del Panteón Francés.
4.- El señor doctor Leopoldo Escobar
que pronunció sentida oración fúnebre.
5.- Un grupo de damas, entre las
cuales se hallan la señora María Luisa Escobar de Rocabruna y María Luisa
Romero, Emma M. de Ruiz Esparza, entonando el Himno Nacional, en los momentos
en que se procedía a la inhumación del cadáver.
Rogad a Dios en caridad por el alma de la señora doña CARMEN
ROMERO RUBIO DE DÍAZ. que falleció ayer, a las 4.55 p.m, en el seno de la
Nuestra Madre la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana, habiendo recibido
todos los auxilios espirituales y la bendición Papal. Sus hermanas, hijos,
sobrinos, nietos, bisnietos, primos, y demás parientes lo participan a usted
con el más profundo dolor. México, D.F., 26 de Junio de 1944. El duelo se
recibe hoy, a las 3.30 p.m., en la casa número 87 de la Calle de Quintana Roo y
se despide en el Panteón Francés (Piedad). No
se reparten esquelas, Se suplica no enviar ofrendas florales. AGENCIA
EUSEBIO GAYOSSO.- AVENIDA HIDALGO 13 EL UNIVERSAL 1944.
La Dama Extinta. Doña Carmen Romero Rubio de Díaz, cuando
regresó a México, después de larga permanencia en Europa. EL UNIVERSAL 1944.
Otros tiempos. Carmen Romero Rubio y Castello. En: Una boda
por conveniencia. Revista Bicentenario No 11. UNAM
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ResponderBorrarLa historia de la Sra. Carmen Romero Rubio de Díaz, se desconoce en la Historia de México con profundidad, estoy leyendo su biografía, me parece muy interesante y su papel que tuvo durante el Porfiriato
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