miércoles, 5 de noviembre de 2014

Cuando la memoria privada de Don Porfirio Murió


 

 A la muerte de la Sra. Doña Carmen Romero Rubio, México no solo perdió una dama ejemplar que recurriera a ella quien se lo solicitase, sino que México perdió junto con ella la memoria Intima del Sr. Don Porfirio Díaz.

 

MUERTES HISTÓRICAS.


Recopilación por: José Claudio Cárdenas Martínez.

EL UNIVERSAL.

Lunes 26 de Junio de 1944.  Primera Sección.- Página Nueve.

Falleció  Ayer en la Tarde la Señora Doña Carmen Romero Rubio de Díaz. Desde Hacía un año Había Tenido que Guardar Cama por su Estado Delicado.

Síncope cardíaco le quitó la existencia a las 16:55 horas, en su residencia de la calle de Quintana Roo.- La noticia, al ser conocida, causó honda impresión, pues era muy estimada por sus altas virtudes.- Hoy se efectuara el sepelio en el Panteón Francés.

A causa de un síncope cardiaco  falleció ayer a las 16:55 horas en su residencia de la calle de Quintana Roo Número 87, la estimabilísima Señora doña Carmen Romero Rubio de Díaz, que fue esposa del señor  general don Porfirio Díaz, quien gobernó al país durante treinta años. La noticia del fallecimiento de Doña Carmelita, como era cariñosamente llamada aun por las personas que no cultivaban su amistad, sucedió como un reguero de pólvora por toda la ciudad, no obstante haber sido ayer día de fiesta, habiéndose causado una impresión muy dolida pues sus altas virtudes la tenían acreedora al cariño de todas las clases sociales.

Por tal motivo, pasados escasamente  algunos minutos del lamentable deceso, numerosas personas emparentadas y relacionadas con la familia Díaz estuvieron  en la casa mortuoria para presentar sus condolencias a los atribulados deudos de la extinta. Durante toda la noche de ayer una larga comitiva estuvo con igual fin en la casa que habitó la distinguida dama, no siendo exagerado decir que todo lo que se conoce como sociedad mexicana estuvo presente para dar el pésame a la familia.

Con la muerte de la señora Romero Rubio De Díaz, que por lo demás era esperada desde hace  tiempo, pues guardaba cama casi desde hace un año y su estado era muy crítico, puede decirse que concluye un largo período de la historia de México.

Al morir la señora Romero Rubio de Díaz contaba 80 años de edad. Desde luego, en la que fuera sala de su residencia se estableció la capilla ardiente, con extrema sencillez, pues la desaparecida siempre manifestó sus deseos de que sus funerales se llevasen a cabo con la mayor austeridad posible.

Incontables personas velaron los restos que serán inhumados hoy a las 15:30 horas en el Panteón Francés en la capilla que en el mismo tiene la familia Romero Rubio. Los  funerales serán presididos por el ingeniero Porfirio Díaz y por don Lorenzo Elízaga.

LOS ULTIMOS MOMENTOS.

Los familiares de la señora Romero Rubio de Díaz nos informaron que estaba muy delicada desde hace años a causa del corazón, habiéndose visto obligada a guardar cama hace aproximadamente un año.

Frecuentemente durante este lapso tuvo periodos críticos que hicieron temer su fallecimiento, pero por fortuna, pudo recuperarse de ellos.

Ayer por la tarde, aunque muy decaída mostró deseos de tomar algunos alimentos, pero sobrevino el síncope que motivó el deceso.

Al ocurrir éste, estuvo rodeada de sus hermanas, doña María Luisa Romero Rubio viuda de De Teresa y Doña Sofía Romero Rubio de Elízaga; del Ing. Porfirio Díaz, de la Srita Lila Díaz, de sus sobrinos don Lorenzo Elízaga y doña María Luisa Pérez Caballero de Elízaga; de doña Amada Díaz de De la Torre; de doña Luz Díaz de Rincón Gallardo; de don Porfirio Díaz Raygoza y señora; de don Genaro Díaz Raygoza y señora, de don Ignacio Díaz Raygoza y señora; de los señores don Enrique y Don Luis Fernández Castello; de don Alfonso Castelló y de doña Dolores Rubio de Fernández Castello.

La triste nueva fue comunicada desde luego a sus parientes don Luis y Don José Díaz Raygoza y a sus  respectivas esposas, que se encuentran fuera de la capital.

NUMEROSAS CONDOLENCIAS.

Cuando uno de nuestros redactores se presentó en la casa mortuoria ya se habían reunido en ella numerosas personas para expresar sus condolencias a los atribulados  familiares de la extinta. Entre ellas vimos a la señora Dolores Teresa de Carral, Ing. Alfonso Castelló y señora, Lic. Guillermo Obregón y señora Amparo Corral de Obregón, don Luis Liceaga, Dr. Carral y señora, señora viuda de Carral, doña Mercedes Berriozábal viuda de Fernández Castelló e hija,  Monsieur  Bodard y señora, doña Guadalupe Mier de Corcuera, doña Dolores Miranda de Echave, doña Luz Vizcarra de Palomar, don José Carral y señora doña Guadalupe Carral Vda. de De Teresa e hijos, doña Elena Mier de Subervielle, don Arturo Braniff y señora, Doña Catalina Escandón de Arrangoiz, doña Teresa Iturbide de Castelló y otras personas más. Numerosas personas estuvieron llegando en el curso de la noche por lo cual sería imposible dar sus nombres.

Con la Muerte de la Señora de Díaz México ha Perdido una Dama Ejemplar.

Recibió una educación esmerada y el 5 de noviembre de 1881 se casó con el general Porfirio Díaz.- Un matrimonio lleno de sencillez.- Viaje a los Estados Unidos del Norte.- El exilio en Europa.- Regreso a la Patria.- Escenas de cariño que emocionaron a la viajera. Nota de ERNESTO CARRASCO ZANINI

Doña Carmen Romero Rubio y Castelló nació en la población de Tula, Estado de Tamaulipas el veinte de enero de 1864.Fué hija del licenciado don Manuel Romero Rubio y de doña Agustina Castelló, quienes tuvieron de su matrimonio siete hijos: Manuel, que fue el primogénito, siguiendo Carmen, Francisco Javier, Dolores, María Luisa, Sofía y María. Los dos varones, así como Dolores y María, murieron siendo niños.

Doña Carmen, de la misma manera que sus hermanas, fue educada por una institutriz en su propia casa y bajo la vigilancia de los autores de sus días, que pertenecieron a lo más granado de la “élite” de su época y disfrutaron de una opulenta posición social, lo que les permitió dar a sus hijas una esmerada educación y cultura, en las que quedó comprendido el conocimiento de los idiomas Inglés y Francés, que doña Carmen hablaba con propiedad.

EL MATRIMONIO DE DOÑA CARMEN Y DON PORFIRIO.

El día cinco de noviembre del año de 1881, a las diecinueve horas, contrajo doña Carmen matrimonio civil con el general de división don Porfirio Díaz, en la residencia de los esposos Romero Rubio, ante escogido número de sus familiares y amigos, siendo dicho acto atestiguado por los señores don Juan Castelló hermano de la mamá de la novia; don Ramón Guzmán, doctor don Eduardo Liceaga y el licenciado don Manuel Saavedra, por la parte de la desposada, y por los señores general don Manuel González entonces Presidente de México; general don Carlos Pacheco, Secretario de Fomento a la sazón, y don Jorge Hammeken Mexia, Director del diario “El Siglo XIX”.

El señor doctor don Felipe Buenrostro, que fue padrino de bautizo de doña Carmen, actuo como Juez del Registro Civil. Terminado el acto, notable por su severidad, se ofreció una cena que revistió carácter íntimo y a la que solo concurrieron los familiares, los testigos y un grupo de damas y caballeros relacionados con los desposados.

EN TORNO DE LA MESA.
En torno de la mesa, dispuesta con sobria elegancia, se sentaron doña Agustina Castelló de Romero Rubio, el general don Manuel González, Presidente de México; la señora de Hammeken, el doctor Liceaga, la señorita Menocal, el general don Porfirio Díaz, su señora esposa doña Carmen Romero Rubio  de Díaz, don Jorge Hammmeken Mexia, la señorita Esther Guzmán , el licenciado don Manuel Romero Rubio, padre de la novia, y promentísimo hombre público; la señora de Pacheco, don Ramón Guzmán, la señora doña Francisca Castelló  de Fernández, don Francisco P. Barroso, la señora de Castelló, el coronel Guzmán , ayudante del Presidente González; el doctor don Felipe Buenrostro, la señorita Fernández, la señora de Liceaga, el general don Carlos Pacheco, las señoritas Carmen y Matilde Castelló, la señorita María Luisa Romero Rubio y Castelló y don Juan Castelló.

No hubo brindis, pero si felicitaciones muy cordiales para los nuevos esposos. Concluida la cena, los invitados pasaron al salón de recepciones para escuchar unas selecciones de la Traviata, de Verdi,  que doña Carmen interpreto al piano; a la señora de Guzmán que ejecutó también al piano, bellos trozos de La Africana de Mayerbeer; la señorita Ester Guzman deleito a la concurrencia cantando la romanza de la Barosnesa de Rothschild “ Si vous n´avez rien a me dire”. A continuación, al señora de Liceaga cantó sentidamente la Serenata de Schubert y la señora de Hammeken una romanza inglesa titulada “Let me dream again”. Término la “soiráe” con la danza de rigor en aquella época.

Doña Carmen Romero Rubio de Díaz ostento esa noche elegantísima creación de faya gris perla, adornada con finísimas blondas salpicadas con abalorio blanco; llevaba regios pendientes de perlas negras, regalo de bodas que le hiciera don Emilio de Murga, Ministro de España en México; además, lucía  en el cuello una primorosa cruz de brillantes, en sus manos valiosas sortijas y un brazalete de perlas, brillantes, rubíes y zafiros, que fue obsequio de don Ramón Guzmán.

La señora Castelló de Romero Rubio, madre de doña Carmen, lucio irreprochable modelo de terciopelo y “satín” negro y un valioso aderezo de brillantes; un atavió de “satín” negro con soberbios encajes blancos y un aderezo de brillantes llevó la señora de Guzmán; elegantísima  fue el vestido de la señora de Pacheco; era de “satín” azul pavo con flecos del mismo color; lució, además un modelo de faya y raso guinda con espléndidos encajes fue el vestido de la señora Castelló de Fernández; perlas y brillantes fueron las alhajas que portó; la señora de Liceaga vistió elegante traje de faya y “brochée” con delicada pasamanería; perlas y brillantes fueron sus alhajas; de faya negra y ricas blondas fue el vestido de la señora Hammeken; la señorita Esther Guzmán llevó primoroso atavió de faya color de rosa pálido y, al cuello, un delicado collar de perlas; los lindos modelos (sigue en la Página Doce, Columna Segunda)



                 
                   “Con la Muerte de la Señora de Díaz México ha Perdido una Dama Ejemplar” EL UNIVERSAL 1944.

 

Primera Sección.- Página Diez  El Universal  Martes 27 de Junio de 1944.

EMOCIONANTE MANIFESTIACIÓN DE DUELO CONSTITUYERON LOS FUNERALES DE LA SEÑORA CARMEN ROMERO RUBIO DE DIAZ.

Condolencias del Señor Presidente.-  Las envió a los familiares de la señora Romero Rubio de Díaz con dos de sus ayudantes. En la casa Mortuoria.-

A las nueve y media de la mañana, el Ilmo y Revmo. Señor Dr. Don Luis María Martínez, Arzobispo de México, se dignó celebrar en la capilla ardiente, ante el cadáver de la distinguida señora doña Carmen Romero Rubio de Díaz, una misa de réquiem y terminada esta los responsos y sufragios de cuerpo presente.

Los familiares religiosos ayudaron al jefe de la Iglesia Mexicana en esta ceremonia, que fue presenciada por todos los deudos y amigos íntimos de la dama finada.

Otros distinguidos dignatarios de la iglesia también visitaron la capilla ardiente, entre ellos los reverendísimos monseñores y doctores Rafael Vallejo Macouzet y don José Trejo.

LA CAPILLA ARDIENTE.

En la sala de la casa mortuoria fue instalada la capilla ardiente. Los muros de la estancia se cubrieron con paños negros. Sobre la chimenea aparecía un magnífico retrato de cuerpo entero del general Porfirio Díaz, en uniforme de gala. En el muro opuesto se levantó un sencillo altar con un retablo del señor de la Cruz, iluminado por cuatro cirios.

El féretro descansaba sobre dos soportes metálicos y gruesos blandones sostenidos por candelabros de plata, estaban dispuestos en torno al ataúd. Este era muy severo forrado de paño negro. La cubierta  desaparecía bajo ramos de flores. Una bandera tricolor dejaba caer sus pliegues sobre la caja mortuoria  y allí lucía también la bandera de la Orden de María Luisa que fue conferida a la extinta dama por el último rey de España, don Alfonso XIII. Esta alta condecoración  sólo se concedía a esposas de contados  jefes de estado.

BAJO EL HABITO DOMINICO.

El cadáver de la señora Romero Rubio de Díaz fue amortajado, respetando su última voluntad con un hábito de religiosa dominica, que conservaba  de tiempo atrás y que fue confeccionado por monjas de esta orden religiosa. Sobre el pecho del cadáver aparecía un gran escapulario de nuestra señora del Carmen primorosamente bordado.

Durante la noche del domingo se congregaron en la casa mortuoria los familiares, allegados y las amistades más íntimas, para rezar los rosarios de réquiem cada hora  y acompañar en su dolor a los deudos de la finada.

Vimos a doña Sofía Romero Rubio de Elízaga, doña María Luisa Romero Rubio de de Teresa, doña Amada Díaz de de la Torre, doña Luz Díaz de Rincón Gallardo, coronel ingeniero don Porfirio Díaz, general don Félix Díaz, que vino expresamente de Veracruz, donde radica; Arq. Don Enrique Fernández Castelló, licenciado Luis Fernández Castelló,  ingeniero  Alfonso Castelló y señora doña Teresa Iturbe de Castelló, don Porfirio B. Castelló, doña Dolores Rubio de Fernández y su hija Ana María.

Doña Mercedes Berriozábal de Fernández Castelló y su hija Mercedes; Ing. Federico Ramos, doña Amparo Villalba de Pliego , y su hija la señora Elena Pliego de Noriega, don Porfirio Díaz Raygoza y señora Margarita Pizarro de Díaz, señora Lila Díaz, don Jenaro Díaz Raygoza y señora doña Maite de Gaboullat de Díaz, don José Díaz Raygoza  y señora doña Christian Casasús de Díaz, don Luis Díaz Raygoza y señora doña Lourdes Glisse de Díaz, don Manuel Díaz Raygoza y señora Eugenia Gastini de Díaz, licenciado Eduardo Rincón Gallardo y Díaz, don Porfirio Rincón Gallardo y Díaz y señora Lucia Deffis de  Rincón Gallardo .

Don Dionisio Pérez Cosío y señora doña María Rincón Gallardo de Pérez Cosío, don Alberto Guedea y señora doña Luisa Rincón Gallardo de Guedea, señoritas  Virginia y Cristina Rincón Gallardo y Díaz, don Antonio Rincón Gallardo y Díaz, doña Guadalupe  Corral de Teresa, don Lorenzo Elízaga, don Julián Fernández Castelló y Mendía y señora Elsie Martínez del Rio de Fernández Castelló, licenciado Ignacio G. González, doña Carmen Morphy de González y su hermana Adela.

UN DESFILE INTERMINABLE.

Puede decirse que lo más granado de la sociedad capitalina acudió a la casa mortuoria, al tener conocimiento del deceso de la señora Romero Rubio de Díaz.

Los visitantes desfilaban por la capilla ardiente ante el cadáver  musitando oraciones y colocando flores al pie del féretro.

Entre las personas a quienes vimos en la casa del duelo anotamos a las distinguidas señoras doña Concepción Sierra de Lanz Duret y su hija doña Luz de Lourdes Lanz Duret de Suinaga, doña Carmen Pliego de González de León  con Eduardo N. Iturbide y doña Ana Rubio de Iturbide. (Sigue en la Página Doce Columna Quinta)

EL CORTEJO FÚNEBRE DE DOÑA CARMEN FUE INTEGRADO POR MILLARES DE PERSONAS DE TODAS LAS CLASES SOCIALES.

La traslación de los despojos mortales de la ilustre desaparecida y su inhumación constituyeron una verdadera manifestación de duelo general, ya que el cortejo fúnebre estaba constituido por numerosos exponentes de todos los sectores sociales y puede estimarse sin hipérbole como espontánea y viva expresión de admiración y cariño a las grandes virtudes de la que fuera compañera del eximio Presidente, Gral. Porfirio Díaz.

Causó onda impresión la presencia de las niñas de la Casa Amiga  de la Obrera, institución benéfica  promovida por la señora Romero Rubio de Díaz, las que con muestras  de sincera pena fueron a ofrecerle las flores de su gratitud.

Con pena damos a continuación algunos nombres que pudimos anotar porque la concurrencia  de señoras y caballeros fue tan nutrida y selecta que fue imposible a los cronistas de la prensa consignar la asistencia total, y tal vez su omisión haga  palidecer la solemnidad del acto.

Vimos allí a: don Cesario Roco Gutiérrez, doña Cecilia Rebollar de Roco, licenciado Rávero Solana y señora; don Bernabé L. de la Barra y señora; don Rodolfo J. de Elourdi, licenciado don Alfredo Ramírez Corona y señora;  una comisión de la Asociación del Colegio Militar; don Pedro de la Sota, don Carlos Sánchez Mejorada y señora; don Jesús Rivero Quijano y señora; Familia Rivero Solana, doña María de los Ángeles Solana de Pría, don Manuel Aramburu, don Alberto Álvarez Morphy, coronel Félix Gómez, señorita Emma Cárdenas, don  Antonio Cárdenas, doña Ana María Lebrija de Cárdenas, señorita Dolores Cárdenas.

También asistieron, don Carlos Elguero Jr, don Carlos Elguero Sr, doña Concepción Manjarrez de Macouzet Iturbide, señor don Arthur Constantine, doña Carlota Morán, doña Mercedes Berriozábal de Fernández Castelló, Ingeniero don Gustavo Sáenz de Sicilia, doña Sara Díaz de Rincón Gallardo, doña María Díaz Vivanco, doña Carolina S. de Amor, don Manuel Díaz Vivanco, señora de Rascón, ingeniero don Miguel Quevedo, doña Antonia Villela de Mariscal, don Alonso Ramos Mariscal, don David Reyes Retana, don Adolfo de la Lama, licenciado don Crisoforo Canseco, con César Canseco, don Francisco Morales Andrade, doctor don Francisco E. Márquez, don Fabián Sánchez, don Jesús Ruiz España, don Carlos Cuevas  Lacurrain, don Rafael Iglesias Cardona, licenciado don Ramón Cosío González, ingeniero don Alberto Goyeneche, doña Ana Ortiz Borbolla de Carranza; dona Paz Ortiz Borbolla de Velasco, doña Sara Sierra de Bonetti, señor Goenaga, don Samuel García Cuellas y señora; don Justino Fernández Castello y señora; don Moisés Olivares, doña Carmen  Ulloa de García, doña Paz Velascp de Ulloa, don Alfredo B. Ulloa, don Teodoro Kunhardt, don Joaquín Cobián, don Carlos Almazán, don Manuel Manterola, don Luis Felipe Berriozabal, Ingeniero don Ricardo Jordán, doña Elena Palomino de Cervantes, doña Josefina E de Carral, Licenciado don José Carral e hijos, doña Luz Codina de Correa Castillo, doña María Teresa Redo de Sánchez Navarro, don Diego Redo y señora; don Enrique Corcuera,  señorita Magdalena Chavero, doña Catalina Escandón de Arrangoiz, don Antonio Pliego Villalba y señora doña Ana Butter de Pliego; doña  Aurora Pombo de De la Peña, la Condesa de Souberville , doña Elena Morphy de Álvarez, doña Natalia Sada de Camargo, doña Adriana Esteva Núñez, don Luis Núñez y Prída, don Andrés Sánchez Juárez, don Andrés Sánchez Corona, don Francisco Buch, doña Dolores Rubin de Parada; don Arturo Baraniff y señora doña María Garamendi de Braniff; don Manuel Mijares y señora; doña Rosa Echeverría de Mijares: doña Rosa María Elola de Curbielo, doña Catalina Arrangoiz de Rule; doña María Osio de Arroyo Rubio, doña Luz Escandón de  De la Torre, don Carlos Martínez Zorilla, don Joaquín Pliego Villalba, don Higinio Nuñez y Prída, señorita María Sesma, don Luis Samaniego, licenciado don José de J. Rivero, doña soledad Ríos de Atristain, señor Cecile Pnston, don Luis Quijano y Espinosa Cuevas, don Graciando Guichard, don Fernando de la Fuente, don Agustín Legorreta, don Alberto Stein, don Luis García Lecuona, don Raúl Estrada, don Carlos Corona y señora; licenciado Esduardo Mestre Cligliazzi y señora doña Victoria Corona de Sánchez, doña Isabel Corona de Buch e hijas; doña Carmen Algara, doña Carmen Cárdenas de Sánchez Corona, don Manuel Pizarro y señora; doña Luz Barreiro de Laza, doña Luis Iturbide de Rincón Gallardo, don Mariano Zubieta, doña Dolores Núñez de Cuevas, doña María Obregón de Lascurráin, doña Carmen Cuevas de Bernot, don Ángel Lascurráin, doña María Lascurráin Obregón, don Francisco Bernot, doña Carmen Braniff de García Pimentel, don Jorge García Pimentel, don Luis García Pimentel, doña Beatriz Reyes Retana de Cornejo, ingeniero don Luis Álvarez y señora: doña Emma M. de Ruiz Esparza, doña Dolores Martínez de Claywell don Ángel del Villar e hijos, familia Manjarres.

Doña María Estrada de Nareso, ingeniero don Manuel Nareso, señorita Rosa María de la Barra, señorita Inés Parada, doña Carmen Ramírez  de Arellano, doña María de los Ángeles Bonfield viuda de Ramírez, señoritas Guadalupe y Carmen Ramírez Bonfield, señorita Carmen Orozco; señora de Barrennechea, don Jaoquin Redo, doña Antonia Moreno de Braniff; don Diego Redo, Jr, don Luis Orvañanos, don Enrique W. Fuentes Navarro, doña Isaura B. viuda de Villanueva; doña María de las Nieves de Llenar, doña María Luisa E, de Rocabruna; señora de Villarío, don Alberto de la Vega, señora de De la Vega, doña Ana Rubio de Iturbide; don Luis Bernal,, doña María Luisa E de Revel¸ Augusto Revel; doña Eloisa  M. de  Pardo; doctor Margaín y señora Don José Saldivar y señora; señora García Pimentel de Bernal; la señora Condesa de Carmona; don Gonzalo E. Garcés y señora; señoritas Soledad y María Romero Ramos; don José Montesinos; don Francisco Montesionos; señora Malvido de Seeback; señorita María de la Luz Espinosa; arquitecto M. Ortiz Monasterio; licenciado F. Ortiz Monasterio, don Aurelio Patiño y  señora; doña Rosa Aspe de Palacio; señorita Carmen Aspe Suinaga; señorita Magdalena Chavero; doña Victoria Chavero de Beltran;  doña Enriqueta Palacio de Revilla; licenciado don Jacobo Pérez Verdía; don Angel Bustindui y familia, doña Carmen Fortuno de Frank; señorita Antonia Antonia Quiroz; don David a Monter; señora Signoret; don  Alejandro Germin; don Luis Eychenne, ingeniero don Guillermo Maqueo Castellanos y señora; ingeniero don Nicanor Arvide, don Carlos Martínez del Rio, don Mario Bulnes, don Luis García Pimentel; doña Carmen Braniff de García Pimentel; doña Beatriz Torres de Molina; señorita Enriqueta Izabal; doña Carmen Monterde Escalante; doña Amanda de  Aguilar; don Carlos Martínez de Arredondo, doña Angelina N. de Elízaga; arquitecto don Enrique Elízaga; señor J. N. Nieto; doña Isabel Iturbe viuda de Ayala; señorita María Dolores Gaitán; don Joaquín Cortina Rincón y señora; señorita Pilar Saldivar; doña Refugio Escandón de Ramírez de Arellano e hijas; doña María Cristina Struck de Glises; don Augusto Glises; señora Fanny Cañedo de Colignon; señora Macias; señora viuda de Aguilar; doña Beatriz H. de Chavero; don Salvador Velázquez  y familia, Doña María Preciado de Monroy; señorita Luz Monroy Preciado; licenciado Roberto Nuñez; don Aurelio Patiño y señora; don Ricardo Sánchez Rubio y señora; don Julio Fuensalido; señora de Sánz, don Ignacio Calderón Miramón; doña Ines Veloz Gonzáléz; doña Graciela P. viuda de Parra; don José Pedro Durán; don Luis Macías Gutiérrez; don Miguel de Iturbide y señora; don Roberto Boch; licenciado don José María Luján; don Miguel Díaz Barriga; doña Guadalupe Obregón Vela de Langenscheidt; señorita María Luisa Langenscheidt; don Juan Manuel Robles; doña Margarita Raigoza de Robles; don Ramón Sánchez Romano; Licenciado Rafael Alcolea; don Cecilio Ocón; señora Iturbe de De la Torre;  Licenciado don Virgilio Domínguez; licenciado don Luis Elízaga; licenciado  don José Vázquez Tagle; don Emiliano Suárez; don Rafael Najerá; capitán Blásquez; doña Carmen Corral de Ramos; señorita Magdalena Portas; señorita Magdalena Ramos Corral, ingeniero Jorge Oria; doña Carmen Ramos de Deffis; don Cecilio L. Ocón; licenciado don Alfonso Olivares, licenciado don Víctor Manuel Castillo; doña Amelia Salzar Gutiérrez; doña Concepción Luna de Pastrana; doña Catalina Molina Viuda de Galindo; señorita María Ramírez; señorita Dolores Bulnes; señorita Gavito; señora Aurriet de Sanz; señor Maruqéz de Mohernando; señora Verea; don Carlos Lada; don Jesús Solórzano y señora, don Gustavo Pizarro; señora de Lima; señorita Guadalupe Ruiz; doña Julia C. de Gúzman; doña Dolores Rubín de Parada; señor Ramírez de Arellano y Escandón; doña Guadalupe Rubín  de Mondragón; señorita Guadalupe Landín y De Roa; doña Carmen Parada de Romero Barrios; don Ignacio Bernal; don Armando Valdés Peza; señorita Dolores Corcuera; doña Dolores R, Viuda de Ibarra; don Ignacio Cruz; don Manuel Briseño; don Joaquín Npajera; licenciado don Enrique Sáenz de Sicilia; don Rafael Iglesias Cardona; don Manuel Elguero; doña Carmen Cancino de Elguero, don Francisco Rampirez López; don Manuel Escandón; doña Olga M de Escandón; doña Gloria Pérez de De la Borbolla; don José Cortés Herrera; don Antonio Purón y señora; doña Concepción Parada de García; doctor don Guilelrmo Mondragón; don Guillermo Mondragón; don Eduardo Andurac  Quiroga, doña María Vélez de De la Mora; doña María C de Rincón Gallardo; doña María de la Mora de Martínez del Rio; doña Lucía Ortiz de ls Huera de Porras; arquitecto don Enrique Fernández Castelló; licenciado don Luis Fernández Castelló; doña Elena viuda de González; doña Emilia de  Castro viuda de Ventura; doña Ines de la Torre de Farías; doña Guadalupe Landín de Roa; señorita María de la Luz Miranda; licenciado don Antonio Pérez Verdia;  don Rafael Servín; doña Beatriz Calderón  de Pérez Verdía; don Eufemio Vásquez y señora; señora de Pierson.

Doctor don Leopoldo Escobar, don André Guien y señora; señores L.P. de Cornejo, señorita Margarita Morphy, doña Carolina S. de Rivas Mercado, doña Carolina F de rus, señorita María Concepción Palencia, doña Rosario Maldonado de Pyro, don Juan Cortazar, señorita Carolina Carus…
 











1.- El féretro que guarda los restos de la señora Romero Rubio de Díaz, en hombros de sus nietos y de amigos de la familia, es conducido a la carroza fúnebre. En primer término el Lic. Eduardo Rincón Gallardo y Díaz y el maestro don Julián Carrillo.

2.- El coronel Ing. Don Porfirio Díaz, que presidio el duelo en unión de otros familiares, acompañado de su hijo don Porfirio Díaz Raygoza y del Lic. Jorge Casasús.


3.- Un aspecto de la  muchedumbre congregada a la entrada del Panteón Francés.

4.- El señor doctor Leopoldo Escobar que pronunció sentida oración fúnebre.

 

5.- Un grupo de damas, entre las cuales se hallan la señora María Luisa Escobar de Rocabruna y María Luisa Romero, Emma M. de Ruiz Esparza, entonando el Himno Nacional, en los momentos en que se procedía a la inhumación del cadáver.

 

 

Rogad a Dios en caridad por el alma de la señora doña CARMEN ROMERO RUBIO DE DÍAZ. que falleció ayer, a las 4.55 p.m, en el seno de la Nuestra Madre la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana, habiendo recibido todos los auxilios espirituales y la bendición Papal. Sus hermanas, hijos, sobrinos, nietos, bisnietos, primos, y demás parientes lo participan a usted con el más profundo dolor. México, D.F., 26 de Junio de 1944. El duelo se recibe hoy, a las 3.30 p.m., en la casa número 87 de la Calle de Quintana Roo y se despide en el Panteón Francés (Piedad). No se reparten esquelas, Se suplica no enviar ofrendas florales. AGENCIA EUSEBIO GAYOSSO.- AVENIDA HIDALGO 13                   EL UNIVERSAL 1944.




La Dama Extinta. Doña Carmen Romero Rubio de Díaz, cuando regresó a México, después de larga permanencia en Europa.  EL UNIVERSAL 1944.



Otros tiempos. Carmen Romero Rubio y Castello. En: Una boda por conveniencia. Revista Bicentenario No 11. UNAM

2 comentarios:

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  2. La historia de la Sra. Carmen Romero Rubio de Díaz, se desconoce en la Historia de México con profundidad, estoy leyendo su biografía, me parece muy interesante y su papel que tuvo durante el Porfiriato

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